Ganadería intensiva
En la
ganadería intensiva el ganado se encuentra estabulado, generalmente bajo
condiciones de temperatura, luz y humedad que han sido creadas en forma artificial, con
el objetivo de incrementar la producción en el menor lapso de tiempo; los
animales se alimentan, principalmente, de alimentos enriquecidos. Es por esto
que requiere grandes inversiones en aspectos de instalaciones, tecnología, mano de obra y alimento, entre otros.
Entre
sus ventajas se destaca una elevada productividad, que tiene como contraparte la gran contaminación que genera.
La
ganadería intensiva se practica principalmente en el centro y oeste de los Estados Unidos, en Canadá y en Europa Occidental y China. Con el correr de los años se han
instalado en las cercanías de las ciudades granjas, las
cuales se encuentran muy industrializadas. En ellas se crían principalmente porcinos, aves y conejos, con el objetivo de abastecer a las ciudades
de su carne.
Es la
aplicación de múltiples tecnologías y las formas de pensamiento surgidas del capitalismo, que nacen con la Revolución Industrial, a la ganadería. Esta aplicación ocurrió en
el siglo XX y en España a partir de la década de 1960. Los principios
de la ganadería intensiva son la de obtener el máximo beneficio, en el menor
tiempo posible, concentrando los medios de producción y mecanizando y
racionalizando los procesos, para incrementar constantemente el rendimiento
productivo.
El ejemplo
de ganadería intensiva es la avicultura, en la que existe una selección artificial de gallinas, bien sea para la producción de huevos o
carne. Estas aves se crían en enormes naves no siempre acondicionadas, con los
animales hacinados en baterías, en un ambiente regulado en temperatura, luz y humedad, mecanizado al máximo, donde por una parte entra el agua
y el pienso y por otra salen huevos y deyecciones (excrementos). La ganadería
intensiva se rige pues por las leyes de la producción industrial.
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Ventajas de la ganadería intensiva:
1. Eficiencia: la ganadería intensiva obtiene la máxima
producción por unidad de tiempo y por animal reproductor.
2. Adaptación a la demanda del mercado: Se ajusta a la
demanda de los consumidores.
3. Homogeneidad: es la obtención de productos homogéneos o
de características iguales, para satisfacer las necesidades de la distribución
y comercialización a gran escala.
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Inconvenientes de la ganadería intensiva:
1. Gran consumo de energía, generalmente de procedencia energía fósil, en ocasiones hasta 20 kilo julios por kilo julio en el alimento obtenido.
2. Extremadamente contaminante, debido a la acumulación de
enormes masas de deyecciones, que no pueden ser recicladas en los agrosistemas
convencionales y que provocan la contaminación atmosférica, la contaminación del suelo y de las aguas con nitrógeno, fosfatos eutrofización y metales pesados Cobre, fármacos etc.
3. Efímero: la ganadería intensiva no es perdurable, es
decir, es "insostenible", que implica que no puede mantenerse
indefinidamente en el tiempo, por ser una producción lineal y no estar basada en
el reciclaje de los nutrientes dentro de la base territorial de la explotación
y el aprovechamiento de la energía fijada en la misma.
4. Requiere una alta concentración de capital y un elevado
nivel de control de los ciclos de producción.
Ganadería extensiva
Los
sistemas extensivos, tradicionales o convencionales de producción animal se
caracterizan esencialmente por formar parte de un ecosistema natural modificado
por el hombre, es decir, un agroecosistema, y tienen como objetivo la
utilización del territorio de una manera perdurable, están sometidos a los
ciclos naturales, mantienen siempre una relación amplia con la producción
vegetal del agroecosistema de que forman parte y tienen, como ley no escrita,
la necesidad de llegar a la generación siguiente los elementos del sistema
tanto inanimados como animados e incluso los construidos por el hombre, en un
estado igual o superior que los que se recibieron de la generación precedente.
Dentro
de la ganadería extensiva podríamos incluir a la ganadería sostenible que es la
ganadería perdurable en el tiempo y que mantiene un nivel de producción sin
perjudicar al medio ambiente o al ecosistema. La ganadería sostenible se
incluye dentro del concepto de desarrollo sostenible.
Se
considera extensiva la explotación ganadera que para la alimentación del ganado
utiliza los aprovechamientos a diente de los pastos procedentes de prados,
pastizales, hierbas y rastrojos; propios, ajenos o comunales, de forma
permanente o temporal.
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Ventajas de la ganadería extensiva:
1. Requieren un escaso aporte de energía fósil, en ocasiones
se requiere 0,1 kilojulio o menos para obtener 1 kilojulio de alimento en la
mesa del consumidor. Mayor eficiencia energética global.
2. Contribuyen a
mantener los agroecosistemas de los que forman una parte esencial, manteniendo
los agroecosistemas naturales del entorno, como la biodiversidad.
3. En climas áridos o semiáridos como la mitad de España,
contribuyen al mantenimiento de la cubierta vegetal, es decir, evitar la erosión.
4. Prevenir los incendios forestales mediante el control
arbustivo, la reducción de biomasa combustible, etc.
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Inconvenientes de la ganadería extensiva:
1. Menor control del ambiente en que se desenvuelven los
animales y sometida a los ciclos climáticos.
2. Menor eficiencia de producción por unidad de superficie.
3. No pueden ajustarse fácilmente a la demanda de los
consumidores.
4. No pueden proporcionar productos tan homogéneos como
solicita la distribución y el mercado de las grandes superficies comerciales.
Ganadería trashumante
La trashumancia se define como un tipo de ganadería que es
móvil, adaptándose en el espacio a zonas de productividad cambiante. Se diferencia del nomadismo, en el que los lugares de pastoreo en cada estación son fijos. Se calcula que esta actividad,
sumada a la de la ganadería nómada, ocupa a unos 100-200 millones de personas
en el mundo; los terrenos explotados bajo estos sistemas representan
aproximadamente 30 millones de km², el doble de las tierras dedicadas a la
agricultura.
Este tipo de ganadería tiene grandes ventajas,
como el aumento de la fertilidad de los suelos, que se benefician con la
incorporación de estiércol y otros vegetales. En España, por
ejemplo, muchos bosques se han conservado gracias al paso del ganado, como los pinares en Guadarrama y en la Serranía de Cuenca; los hayedos y robledales en la Cornisa y
los encinares y los alcornocales en Andalucía y Extremadura. Los animales también contribuyen a la lucha contra los incendios, ya que tienen como alimentos materiales muy
combustibles.
Desde
el siglo XII existe en España una ley que protege unos 125.000 kilómetros de caminos ganaderos, que equivalen a unas
400.000 hectáreas. Estos caminos permiten el movimiento de los rebaños por
todo el país en régimen de trashumancia.
Pastoreo nómada
El
pastoreo nómada es, aún en la actualidad, la forma de subsistencia de diversos
pueblos que se encuentran marginados, como los tuareg, que
habitan en el desierto del Sahara; los masái, que
ocupan las zonas montañosas de Kenia y Tanzania; y los lapones, también llamados saamis, que se encuentran en norte de
la península escandinava y de Rusia. En la actualidad, el futuro de estos
grupos humanos y de su actividad económica se encuentra amenazado por normas
que prohíben el libre movimiento del ganado y ocupan los territorios nómadas
con fines agrícolas, industriales y urbanos.
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